Camino de Santiago a Fisterra - Muxía
A diferencia de las demás rutas jacobeas, este camino no finaliza en la capital compostelana, sino que tiene allí su punto de origen. Desde la Edad Media muchos peregrinos que alcanzaban Santiago de Compostela, decidieron continuar el itinerario hasta llegar al final de la tierra del mundo conocido. Este tramo final, que estaba marcado por la Vía Láctea, tenía en Finisterre, antiguo Finis Terrae, su culminación.
A partir del S XII, el Códice Calixtino vincula estas tierras con la tradición jacobea y señala que los discípulos de Santiago viajaron a Dugium, actual Fisterra, buscando autorización de un legado romano para enterrar el Apóstol en Compostela.
Pero no sólo Fisterra guardaba significaciones jacobeas. Muxía, con su majestuoso Santuario da Barca, auténtico monumento de piedra abierto al mar, se volvía también un reclamo para los peregrinos. En la Edad Media se extendió la creencia de que la Virgen María había acudido al lugar en una barca de piedra para dar ánimos al Apóstol Santiago en su predicación por el noroeste de la Península.
En cuanto al recorrido, desde Santiago hay que dirigirse hasta Negreira y, a continuación, a Olveiroa. La ruta permite descubrir diversos pueblos y aldeas típicas y parajes naturales que no dejarán indiferente a nadie; todo ello hasta llegar a Muxía o Fisterra. La meta será en el propio Santuario de A Barca, en el caso de que se decida ir hacia Muxía, o, si no, en el cabo de Fisterra.
Esta ruta es una de las más solicitadas por los peregrinos que vienen hasta Galicia para hacer el Camino de Santiago. En los últimos años también hay caminantes que deciden realizar el camino en sentido inverso, con origen en la costa y con llegada a la Plaza del Obradoiro.
A partir del S XII, el Códice Calixtino vincula estas tierras con la tradición jacobea y señala que los discípulos de Santiago viajaron a Dugium, actual Fisterra, buscando autorización de un legado romano para enterrar el Apóstol en Compostela.
Pero no sólo Fisterra guardaba significaciones jacobeas. Muxía, con su majestuoso Santuario da Barca, auténtico monumento de piedra abierto al mar, se volvía también un reclamo para los peregrinos. En la Edad Media se extendió la creencia de que la Virgen María había acudido al lugar en una barca de piedra para dar ánimos al Apóstol Santiago en su predicación por el noroeste de la Península.
En cuanto al recorrido, desde Santiago hay que dirigirse hasta Negreira y, a continuación, a Olveiroa. La ruta permite descubrir diversos pueblos y aldeas típicas y parajes naturales que no dejarán indiferente a nadie; todo ello hasta llegar a Muxía o Fisterra. La meta será en el propio Santuario de A Barca, en el caso de que se decida ir hacia Muxía, o, si no, en el cabo de Fisterra.
Esta ruta es una de las más solicitadas por los peregrinos que vienen hasta Galicia para hacer el Camino de Santiago. En los últimos años también hay caminantes que deciden realizar el camino en sentido inverso, con origen en la costa y con llegada a la Plaza del Obradoiro.